Entrevistas

INMACULADA TORRES CASTRO

  1. Bre­ve des­crip­ción de ti misma

Hola, me lla­mo Inma­cu­la­da Torres Cas­tro. Soy Cate­drá­ti­ca de Uni­ver­si­dad del Depar­ta­men­to de Mate­má­ti­cas de la Uni­ver­si­dad de Extre­ma­du­ra. Mi área de cono­ci­mien­to es la Esta­dís­ti­ca e Inves­ti­ga­ción Ope­ra­ti­va. Actual­men­te impar­to docen­cia en la Facul­tad de Cien­cias del Depor­te y me encan­ta expli­car mate­má­ti­cas con datos rela­cio­na­dos con el depor­te y acti­vi­dad física.

  1. ¿En qué estás tra­ba­jan­do actualmente?

Mi prin­ci­pal línea de inves­ti­ga­ción con­sis­te en el desa­rro­llo de mode­los pro­ba­bi­lís­ti­cos que des­cri­ban el com­por­ta­mien­to de sis­te­mas indus­tria­les en dete­rio­ro. Nume­ro­sos sis­te­mas indus­tria­les (moto­res, puen­tes, tur­bi­nas eóli­cas, con­den­sa­do­res) debi­do a su uso van sufrien­do una degra­da­ción has­ta que dejan de fun­cio­nar. Median­te mode­los pro­ba­bi­lís­ti­cos pode­mos des­cri­bir ana­lí­ti­ca­men­te cómo se desa­rro­lla esa degra­da­ción y esti­mar el ins­tan­te en el que falla­rá el sistema.

Esta línea de inves­ti­ga­ción tie­ne nume­ro­sas apli­ca­cio­nes en inge­nie­ría indus­trial, es una línea de inves­ti­ga­ción “com­par­ti­da” con ambas ramas de cono­ci­mien­to (mate­má­ti­cas e inge­nie­ría industrial).

  1. El “Sín­dro­me del Impos­tor” des­cri­be cómo muje­res con éxi­to en sus carre­ras son inca­pa­ces de reco­no­cer sus logros a pesar de que haya evi­den­cia obje­ti­va de su éxi­to. Esto se pue­de deber a dife­ren­tes moti­vos como la fal­ta de refe­ren­tes feme­ni­nos o la fal­ta de expec­ta­ti­vas que tie­ne la socie­dad sobre la mujer. ¿Algu­na vez te has encon­tra­do con este fenó­meno?, ¿Te ha afec­ta­do per­so­nal­men­te? Y ¿qué pode­mos hacer para abordarlo?

El sín­dro­me del impos­tor es una situa­ción bas­tan­te fre­cuen­te que afec­ta prin­ci­pal­men­te a per­so­nas con un alto gra­do de exi­gen­cia. Yo lo he sufri­do, lo sufro y creo que lo sufri­ré aún sien­do cons­cien­te de que este sín­dro­me es muy común en el mun­do cien­tí­fi­co. En mi caso este sín­dro­me no sur­gió por fal­ta de refe­ren­tes feme­ni­nos sino por­que soy una per­so­na pesi­mis­ta: estoy con­ven­ci­da que no voy a con­se­guir lo que me pro­pon­go. ¿Qué ocu­rre? Que cuan­do lo con­si­go siem­pre lo acha­co a la fortuna.

Para abor­dar este pro­ble­ma yo creo que es muy impor­tan­te el infor­mar a los estu­dian­tes de la reali­dad de este sín­to­ma. Es más fre­cuen­te de lo que pen­sa­mos. El “tú no está solo” ayu­da mucho. Y es muy impor­tan­te trans­mi­tir la idea, des­de nive­les infe­rio­res de la edu­ca­ción, de que “noso­tros somos inca­pa­ces de valo­rar nues­tro pro­pio tra­ba­jo y nues­tra pro­pia valía de for­ma obje­ti­va”.

π. ¿Qué dife­ren­cias encuen­tras en la idea de las muje­res en mate­má­ti­cas / el reco­no­ci­mien­to o las inves­ti­ga­cio­nes de las muje­res en mate­má­ti­cas entre cuan­do empe­zas­te tu carre­ra y la actualidad?

Encuen­tro un cam­bio impre­sio­nan­te en el papel de una mujer mate­má­ti­ca aho­ra del que tenía hace 25 años. ¿Pien­sas que este tipo de entre­vis­ta que me estás hacien­do aho­ra mis­mo se hacía hace 25 años?

Esto no es exclu­si­vo de las mate­má­ti­cas sino de la cien­cia en gene­ral. Hace años no se era tan sen­si­ble en los obs­tácu­los del desa­rro­llo pro­fe­sio­nal de la mujer. Afor­tu­na­da­men­te la socie­dad va madu­ran­do y pone sobre la mesa el deba­te si ver­da­de­ra­men­te la mujer tie­ne las mis­mas difi­cul­ta­des en su desa­rro­llo labo­ral que el hom­bre. Actual­men­te Mer­ce­des Siles, cate­drá­ti­ca de Álge­bra, es la direc­to­ra de la Agen­cia Nacio­nal de Eva­lua­ción y Acre­di­ta­ción (ANECA). Que una mujer mate­má­ti­ca diri­ja una ins­ti­tu­ción cien­tí­fi­ca tan impor­tan­te como es la ANECA indi­ca un cam­bio en la socie­dad por­que esto era real­men­te impen­sa­ble hace 30 años. Tam­bién nos enor­gu­lle­ce al res­to de mate­má­ti­cas de nues­tro país.

Otra mujer cien­tí­fi­ca, Rosa Menén­dez, alcan­zó por pri­me­ra vez la pre­si­den­cia del Con­se­jo Supe­rior de Inves­ti­ga­cio­nes Cien­tí­fi­cas (CSIC) en 2017.  Es cier­to que, en gene­ral, cues­ta mucho reco­no­cer los méri­tos de la mujer, pero poco a poco se van reco­no­cien­do y ponién­do­nos don­de siem­pre debi­mos estar.

  1. ¿Crees que den­tro del sis­te­ma edu­ca­ti­vo hay mode­los sufi­cien­tes para las niñas?

Has­ta hace unos años yo te diría que no. Pero cada vez más se va toman­do con­cien­cia de la impor­tan­cia de trans­mi­tir estos mode­los feme­ni­nos a niñas en el ini­cio de su desa­rro­llo edu­ca­ti­vo. Así la divul­ga­ción cien­tí­fi­ca no sólo se está preo­cu­pan­do de fomen­tar el inte­rés por la cien­cia sino tam­bién de visi­bi­li­zar la labor de muchas muje­res en el ámbi­to cien­tí­fi­co.  Cam­pa­ñas como las del Día Inter­na­cio­nal de la Mujer y la Niña en la Cien­cia con nume­ro­sas char­las en ins­ti­tu­tos y cole­gios per­mi­ten valo­rar la impor­tan­cia que se mere­cen nume­ro­sas cien­tí­fi­cas cuya labor ha que­da­do invi­si­bi­li­za­da duran­te años.

  1. ¿Qué refe­ren­cias has teni­do en tu carre­ra como matemática?

Des­gra­cia­da­men­te cuan­do yo estu­dié no exis­tían las Redes Socia­les con nume­ro­sos cana­les de divul­ga­ción en el ámbi­to de las mate­má­ti­cas. Ni tam­po­co se orga­ni­za­ban char­las para cono­cer la labor de muje­res mate­má­ti­cas. Es muy tris­te admi­tir­lo, pero no tuve una refe­ren­te feme­ni­na en aque­llos tiem­pos. Este es el ejem­plo de cómo ha sido de invi­si­ble la labor de la mujer en la cien­cia. La Socie­dad de la Infor­ma­ción, afor­tu­na­da­men­te, ha cam­bia­do com­ple­ta­men­te nues­tro cono­ci­mien­to. Aho­ra ten­go muchí­si­mas refe­ren­tes mate­má­ti­cas feme­ni­nas.

  1. Una mate­má­ti­ca actual que te inspire

Podría citar a muchas pero por su papel de visi­bi­li­za­ción de la mate­má­ti­ca en feme­nino admi­ro mucho a Ingrid Dau­be­chies, la pri­me­ra mujer en con­se­guir una cáte­dra en mate­má­ti­cas en la pres­ti­gio­sa Uni­ver­si­dad de Prin­cen­ton (¡¡en el año 1995!!). Cuan­do con­si­guió la cáte­dra la Uni­ver­si­dad de Prin­cen­ton lo cele­bró como todo un gran logro. Dau­be­chies sim­ple­men­te comen­tó que “más que cele­brar­lo la uni­ver­si­dad debía refle­xio­nar en por qué se había tar­da­do tan­to tiem­po en que una mujer con­si­guie­se una cáte­dra en mate­má­ti­cas en Prin­cen­ton”. Esta fra­se me ha mar­ca­do por completo.

  1. En el gra­do de Mate­má­ti­cas los alum­nos se dis­tri­bu­yen de mane­ra más o menos homo­gé­nea entre hom­bres y muje­res, pero la pro­por­ción de muje­res baja sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te en el momen­to de ini­ciar un más­ter o un doc­to­ra­do. ¿A qué crees que se debe esta dife­ren­cia? Y ¿Qué pode­mos hacer ante esta situación?

Des­gra­cia­da­men­te el efec­to “leaky pipe­li­ne” sigue estan­do pre­sen­te. Esto sig­ni­fi­ca que, con­for­me se avan­ce en la carre­ra cien­tí­fi­ca, los pues­tos prin­ci­pa­les ocu­pa­dos por muje­res des­cien­den. Las muje­res nos vamos que­dan­do por el camino. Hay varias razo­nes de este efec­to, yo des­ta­co dos.

  1. Sigue exis­tien­do una per­cep­ción este­reo­ti­pa­da y nega­ti­va de que “el hom­bre es mejor que la mujer” en el cam­po cien­tí­fi­co. Esta per­cep­ción ori­gi­na una fal­ta de con­fian­za en la mujer a la hora de enfren­tar­se a su carre­ra profesional.
  2. El que la carre­ra cien­tí­fi­ca sea com­pe­ti­ti­va tam­po­co ayu­da. No es raro encon­trar alum­nas del gra­do en mate­má­ti­cas a las que sus pro­pias fami­lias “ani­man” a esco­ger tra­ba­jos con menor exi­gen­cia profesional.

Qui­zás por fal­ta de auto­es­ti­ma o por res­pon­sa­bi­li­dad del hogar, a las muje­res a veces nos fal­ta deci­sión para dar un paso ade­lan­te. Es fun­da­men­tal seguir con­cien­cian­do des­de la edu­ca­ción infan­til de estos hechos y ani­mar a las muje­res a dar sin mie­do ese paso adelante.

  1. Las madres aban­do­nan la carre­ra inves­ti­ga­do­ra con más fre­cuen­cia que los padres, según las esta­dís­ti­cas. ¿Crees que es difí­cil com­pa­ti­bi­li­zar la mater­ni­dad con la inves­ti­ga­ción? ¿Cómo lo haces tú? ¿Qué crees que pue­de ayu­dar a que la inves­ti­ga­ción sea más com­pa­ti­ble con la maternidad?

Yo soy madre de fami­lia nume­ro­sa, ten­go 3 hijos. El naci­mien­to de cada uno de ellos ha supues­to una baja labo­rar, un inevi­ta­ble parón y salir­me del cir­cui­to duran­te tiem­po. Para mí fue com­pli­ca­do afron­tar ese parón, lo con­fie­so. Una vez fina­li­za­da la baja labo­ral, en un tra­ba­jo como el cien­tí­fi­co que requie­re tan­ta dedi­ca­ción, equi­li­brar crian­za y tra­ba­jo no es des­de lue­go tri­vial.  Sin embar­go, la carre­ra cien­tí­fi­ca tie­ne una gran ven­ta­ja y es la de su fle­xi­bi­li­dad hora­ria. Esta fle­xi­bi­li­dad faci­li­ta la crian­za de los hijos, aun­que es un arma de doble filo por­que nun­ca aca­bas des­co­nec­tan­do real­men­te de tu trabajo.

En mi caso la corres­pon­sa­bi­li­dad del hogar con el padre de mis hijos es y ha sido fun­da­men­tal en el desa­rro­llo de mi carre­ra inves­ti­ga­do­ra. Fun­cio­na­mos como un equi­po: res­pon­sa­bi­li­da­des com­par­ti­das y ayu­da mutua.  A noso­tros nos funciona.

  1. ¿Crees que tu géne­ro pue­de hacer más o menos difí­cil tu reco­rri­do en el mun­do de la inves­ti­ga­ción o de la ciencia?

Los pues­tos de poder den­tro del cam­po cien­tí­fi­co siguen estan­do ocu­pa­dos prin­ci­pal­men­te por hom­bres. En mate­má­ti­cas, en el año 2017, solo el 13% de los inte­gran­tes del cuer­po de cate­drá­ti­cos de uni­ver­si­dad en Espa­ña eran muje­res. La mayo­ría de los pues­tos de edi­to­res in chief, e inclu­so edi­to­res, de revis­tas cien­tí­fi­cas están ocu­pa­dos por hom­bres. Eso con­vier­te las altas esfe­ras de la cien­cia en un mun­do muy mas­cu­lino y per­ju­di­ca el acce­so de la mujer a estas esferas.

  1. ¿Qué con­se­jo le darías a las niñas y ado­les­cen­tes que sien­ten pasión por las matemáticas?

Si ver­da­de­ra­men­te les gus­tan las mate­má­ti­cas mi con­se­jo es que no den nin­gún paso atrás, que con­fíen en su poten­cial, que no se den por ven­ci­das y que lo tra­ba­jen. El mun­do de las mate­má­ti­cas es arduo y duro pero a la vez mara­vi­llo­so. Y aho­ra esta­mos de enho­ra­bue­na por­que las mate­má­ti­cas son trendy, están más de moda que nun­ca (¡ya era hora!). ¡Áni­mo chicas!

  1. ¿Una difi­cul­tad con la que no espe­ra­bas encon­trar­te en tu carrera?

Soy tan pesi­mis­ta que siem­pre me pon­go en la peor de las situa­cio­nes con lo que casi todo lo nega­ti­vo que me ha pasa­do ya ima­gi­na­ba antes que pasa­ría. Pero qui­zás el momen­to más crí­ti­co fue tener tres hijos en dos años, equi­li­brar aque­lla ava­lan­cha de sen­ti­mien­tos encon­tra­dos no fue fácil. Aho­ra me encan­ta hablar de mate­má­ti­cas con mis hijos, ellos saben que son mi pasión y la com­par­ten conmigo.

  1. ¿Por qué crees que son impor­tan­tes los días de las muje­res en la ciencia?

Este tipo de cam­pa­ñas son fun­da­men­ta­les por­que per­mi­ten la rea­li­za­ción de nume­ro­sas acti­vi­da­des de divul­ga­ción en ins­ti­tu­tos y cole­gios que mues­tran el lado diver­ti­do de la cien­cia. Esto pue­de ani­mar a muchos niños y niñas a plan­tear­se la carre­ra cien­tí­fi­ca como un futu­ro pro­fe­sio­nal. Tam­bién per­mi­ten valo­rar, con la impor­tan­cia que se mere­cen, la labor de nume­ro­sas cien­tí­fi­cas cuya labor ha que­da­do invi­si­bi­li­za­da duran­te años.